Roma, ciudad oculta

Un viaje alternativo por la capital italiana

Roma no es solo un recorrido por los vestigios del antiguo Imperio Romano. Es también un viaje por vías alternativas, por locaciones culturales y por tumbas con historia. Es como caminar por un museo al aire libre. Sin embargo, no todo tiene que ver con los vestigios del viejo Imperio Romano. Te proponemos un viaje alternativo por la capital italiana. Roma fue fundada sobre siete colinas: Aventino, Capitolino, Celio, Esquilino, Quirinal, Palatino y Viminal. Su distribución es bastante simple, cuenta con 20 distritos o municipi.

Imagen del barrio Trastevere de Roma

Los Barrios

Comenzamos nuestro repaso a los barrios más alternativos de Roma por el barrio de Quadraro, denominado «nido de avispas» por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, debido a la oposición que encontraron por parte de sus habitantes durante la contienda. En el barrio destaca un museo al aire libre gratuito denominado MURo, Museo di urban art di Roma, que se inauguró en el año 2010, y a través del cual podrás descubrir excepcionales muestras de arte urbano y callejero. En el área urbana que se extiende entre el barrio de Torpignattara y San Lorenzo, se localiza uno de los barrios hipster de Roma. Nos referimos al barrio del Pigneto, con una población multicultural, universitaria, juvenil y llena de vida, formada por unos 52 000 habitantes, entre los que abundan los extranjeros, así como artistas y profesionales liberales. Comenzó a urbanizarse en la segunda mitad el siglo XIX, cuando proliferaron en su territorio las fábricas, los talleres de artesanía, laboratorios y negocios industriales. Además, en él todavía se conservan muchas de las villas que se construyeron, con estilo Art Nouveau, cuyo sector fue objeto de los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. Es un barrio perfecto si buscas oferta de ocio, en el que acudir a cines, bares, restaurantes y todo tipo de locales de moda. El barrio de Testaccio se encuentra junto al popular y famoso barrio de Trastevere, aunque muchos turistas no prosigan hasta él. Si te acercas a él, la entrada es espectacular, ya que te recibe la pirámide egipcia de Cayo Cestio (Via Raffaele Persichetti, 00153 Roma RM, Italia) y parte de la antigua muralla aureliana, con la Porta San Paolo (Piazzale Ostiense, 00154 Roma RM, Italia). El nombre del barrio proviene del monte Testaccio, una colina artificial de 35 metros de altura, que se formó entre los siglos I y III, al irse apilando en ella los restos de piezas de terracota como cántaros y ánforas, que procedían del puerto fluvial de Emporium.

Cafetería Necci donde Pasolini filmó Accatone

El Cine

Pier Paolo Pasolini nació en Bolonia en el 1922 y, durante su infancia, se mudó varias veces, siguiendo los desplazamientos de su padre. En el 1950 se establece en Roma, que se convierte en su ciudad adoptiva, y donde inicialmente vivió en la zona de Ponte Mammolo. En 1954 se trasladó a Monteverde en la Via Fonteiana 86 y, después, en la Via Carini 45, donde conoció a la familia Bertolucci; desde el 1963, y hasta su muerte, Pasolini vivió en la zona E.U.R. en la Via Eufrate 9. Hoy en día, barrio muy animado, joven y multiétnico, el Pigneto de los años Sesenta era una zona proletaria de los suburbios romanos. El ambiente popular atrajo muchos maestros del neorrealismo italiano, así, Pasolini decidió ambientar aquí la mayoría de las escenas de Accattone. Paseando por el barrio, entre las obras de los artistas de street art dedicadas al maestro de cine, todavía se nota el persistente enlace con el maestro. Sentados en las mesas de la cafetería Necci (en realidad recreada en una vieja tienda cercana), Accattone (Franco Citti) y sus compañeros pasan los días holgazaneando alrededor de la desconocida callecita que, el mismo Pasolini definió como “pobre, humilde, perdida bajo el sol, en una Roma que no era Roma”. Otro de los cineastas emblemáticos fue Fellini, que frecuentaba el célebre Harry's Bar, donde tocaba el piano Frank Sinatra, y se tomaba el cóctel del Café Doney, mientras decenas de "paparazzis" (término nacido en "La dolce vita") se agolpaban a las puertas de los exclusivos negocios para fotografiar a actores, artistas y demás famosos.

Imagen del cantante Luca Prodan en una película de Fellini de 1972

Luca Prodan

Luca Prodan nació y pasó sus años de la adolescencia en Roma. Durante la pandemia, el hermano de Luca, Andrea Prodan, compartió un fragmento de la película "Roma", el icónico film del director Italiano Federico Fellini de 1972 donde aparece el creador del grupo SUMO. Su hermano contó sobre aquel acercamiento: “Fellini le pidió al grupete de 'hippies' ser parte de unos momentos de su película así como ya habían participado de un episodio de otra obra del Maestro”. Luca nació de imprevisto y en un grito de rebeldía. Cecilia, su madre, rompió bolsa en su palco del teatro ell´Opera mientras veía una función de ballet. Cuando Luca Prodan era un niño, Claudia, una de sus dos hermanas mayores, lo llevó a visitar a una vidente en la Plaza Navona de Roma. Su hermano menor, Andrea, era tan chico que apenas se acuerda de aquel día. Tiempo después, a la vuelta de su estadía en Inglaterra, el hippie que tocaba en la plazas de Roma había mutado en admirador del rock sinfónico más corrosivo y agudo -King Crimson, Van der Graaf Generator-, hasta que cayó rendido ante la filosofía punk.

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Tumba de Antonio Gramsci en Roma

Las tumbas

Escritores, pintores, historiadores, diplomáticos, científicos y poetas de diferentes nacionalidades se encuentran en este cementerio protestante construido cerca de la pirámide de Cayo Cestio, en el barrio de Testaccio. También conocido como el Cementerio Protestante o el Cementerio Inglés, en 1716 el Papa Clemente XI permitió que los miembros de la familia Estuardo exiliada fueran enterrados aquí. Encontrarás los restos de personalidades ilustres: el escritor Gregory Corso, los poetas Percy Bysshe Shelley y John Keats, el historiador Antonio Gramsci, el explorador Thomas Jefferson Page, los escritores Carlo Emilio Gadda, Miriam Mafai y Andrea Camilleri, el poeta Dario Bellezza y el actor Pietro Sharoff. En el cementerio también se encuentra el monumento al Angel of Grief (Ángel del dolor), esculpido por William Wetmore Story en memoria de su esposa.

Imagen del escritor Cesare Pavese

Escrituras

El poeta y escritor Cesare Pavese nació en Bolonia pero tuvo un apego por otro lugar. Esa otra ciudad donde Pavese vivió por períodos fue Roma, donde era responsable de la sucursal de la editorial Einaudi, en la calle del Vicario: allí conocerá a una joven siciliana, Bianca Garufi, secretaria de la casa editorial, con la cual vivió un romance del cual nació la historia con color meridional de Fuego grande, escrita por capítulos y a quien, asimismo, dedicó sus Diálogos con Leucó (Leucótea fue la diosa blanca del clasicismo) y las poesías de La tierra y la muerte. También en Roma encontró ocasión propicia para las meditaciones y estímulos, pero el aire romano, perversamente cargado en el ambiente literario, no lo conformó, lo que se sumaba a la gran diferencia que sentía con relación a su Torino. Sin embargo, no existía trasfondo mejor que el romano para sus reflexiones, nunca apagadas del todo, sobre el clasicismo y los mitos. Como anota en su diario, le apetecían las ruinas de Roma porque allí encontraba geranios silvestres, porque las amapolas y los setos secos de las colinas se me aparecen como cosas de la infancia –y también la historia (Roma antigua) y la prehistoria (Vico, la sangre derramada sobre los setos o sobre los surcos) se adaptan a este rusticismo, constituyendo un mundo entero y coherente desde el nacimiento a la muerte.

En 1943 los partizanos resistieron la invasión alemana

Resistencia de los partizanos

El 10 de septiembre de 1943, precisamente en la Porta San Paolo, la 21ª División de infantería de los Granaderos de Cerdeña, junto con otros cuerpos del ejército y de la resistencia, todos mal armados, luchó valientemente contra el ejército alemán por impedir su ingreso a la capital por esta puerta y las murallas hasta rendirse a la implacable invasión de los alemanes. Por otro lado, el 8 de septiembre, varias unidades del ejército resistieron activamente la ocupación alemana de Roma, a pesar de no haber recibido instrucciones (o de haber recibido instrucciones contradictorias). Cientos de civiles, incluso, se les sumaron: mujeres y hombres, en una espontánea explosión de indignación y orgullo. Cada individuo y cada grupo se dirigió hacia la Porta San Paolo, llevado por diferentes motivaciones. Tiempo después, un oficial del ejército escribiría: Algunos dicen que los granaderos lucharon porque su historia está arraigada en la historia de la familia real; algunos dicen que eran antifascistas o que apoyaban al gobierno de Badoglio. Otros los acusan de haber traicionado a los alemanes. Pero la respuesta a por qué pelearon no es más que una: para obedecer a las sagradas leyes de la patria.